Evocando a Querube
Con el corazón embargado por la nostalgia, siempre recordando a Luisa Upegui ¡Una ilusión de mujer! Y, al fin de cuentas, así es la vida, la mujer mató la ilusión y, no fue más que simplemente … ¡… Solo una Ilusión!
Ella, La Inolvidable
Ella fue en mi vida mi consuelo y aflicción,
Ella fue la diosa de mi triste inspiración,
Aunque pasen años no la olvidaré jamás
Porque ella fue mi más precioso amor.
Bellísima flor que del jardín de mi ilusión,
Perfumó mi vida y me entrego su corazón,
Era tan preciosa que el cielo se la llevó.
Yo vivo del recuerdo de su amor,
Su cabellera tan negra,
Más negra que mis pesares,
Cuando en gracioso abandono
Era como un vendaval.
Fue la errante golondrina,
Buscaba nido en mi pecho
Y me brindaba sus besos,
Cual las mieles de un panal.
Autor(es):
Plácido Acevedo
